Street Fighter II pelicula

Street Fighter II: La película, el mejor anime jamás hecho de un juego de lucha. El brutal éxito de Street Fighter II en las recreativas fue solo el comienzo. Los combates a tres rondas o menos de los World Warriors de Capcom no fueron un romance de verano o una moda pasajera, sino el inicio de un fenómeno que llega hasta nuestros días y que va más allá de los videojuegos. Y el alucinante salto animado de Ryu, Chun Li y compañía a la gran pantalla tuvo mucho que ver en ello.

Porque si es complicado no tenerle cariño especial a Street Fighter: La última batalla, la película de Jean-Claude Van Damme, de lo exquisitamente mala que es, lo verdaderamente imposible es no rendirse a la excelencia de Street Fighter II: La película, la adaptación en clave de anime del videojuego. Una película impecable en todos y cada uno de sus apartados.

De algún modo, Gisaburô Sugii se las ingenió para darle su minuto de gloria a los 16 luchadores de Super Street Fighter II en algo más de 100 minutos y, en el proceso, plasmar la auténtica esencia del videojuego original. Incluso, cuando hasta entonces Capcom había sido intencionadamente vaga en lo referente al trasfondo argumental del juego. Porque lo que sabíamos de la historia de la secuela de Street Fighter era, básicamente, lo que ponía en las fichas de personaje, lo mostrado en los endings y poco más.

Una película que se lució de lo lindo y a lo grande desde sus propios  compases iniciales, incluyendo unos diseños de personaje que lucían calcados a esas espectaculares ilustraciones de Akira Yasuda y Kinu Nishimura, escenarios exóticos repartidos por todo el mundo y escenas tan condenadamente buenas que incluso encontraron su modo de llegar a los propios videojuegos.

Shadaloo le declara la guerra al mundo, y los mejores luchadores del planeta responden

El asesinato a sangre fría del ministro de Justicia perpetrado por Shadaloo, uno de los mayores sindicatos criminales del planeta, ha sido una declaración abierta de guerra a todas las naciones del mundo libre, y las principales organizaciones de defensa internacional han comenzado a mover ficha y unir fuerzas con el fin de acabar con esta creciente amenaza.

Chun -Li, una joven agente de la INTERPOL, inicia la investigación para poder desarticular los planes de Shadaloo. No obstante, los asesinatos y el tráfico de armas y narcóticos son solo pasos previos para el verdadero objetivo de M. Bison, el líder de Shadaloo: la creación de un ejército capaz de poner en jaque a naciones enteras y doblegar al mundo.

Durante años, Bison ha reclutado y sometido a los mejores luchadores de todo el mundo. Algunos de ellos se han puesto a su servicio atraídos por su visión del nuevo orden mundial o por motivos puramente egoístas. Ptros han sido corrompidos y manipulados a base de experimentos. Y no solo eso: se ha iniciado la producción de soldados cibernéticos capaces de asimilar la capacidad de combate de los mejores artistas marciales.

Sin embargo, Bison todavía no ha sido capaz de localizar al único hombre capaz de vencer a Sagat, el rey del muay thai y su mano derecha en Shadaloo. Un luchador que viaja buscando depurar su técnica hasta la perfección. Un prodigio cuyas posesiones se reducen a lo que lleva puesto, una humilde mochila y un nombre que comienza a hacerse familiar entre los circuitos de lucha callejera: Ryu.

Con la colaboración de Guile, de las fuerzas armadas de Estados Unidos, Chun Li comienza a seguir el rastro de una Shadaloo que cada vez actúa menos en la sombra. La clave para llegar hasta Bison parece estar en los luchadores callejeros que recluta o secuestra, y la cada vez mayor aparición de cyborgs son esa señal inequívoca de que va en la buena dirección. Desafortunadamente, sus progresos también acabarán la convirtiendo en un obstáculo para Shadaloo.

Por su parte, Bison parece haber hecho un interesante descubrimiento: mientras el paradero de Ryu es desconocido, en San Francisco ha aparecido  un hombre con un potencial combate muy similar: Ken Masters, el campeón de las artes marciales de los Estados Unidos. Un chico de buena familia que parece tener un vínculo muy interesante con el luchador errante. Y eso lo acabará convirtiendo en el siguiente objetivo de Shadaloo.

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